La Tierra esconde en sus entrañas asesinos silenciosos, sembrados por hombres, sin embargo son ciegos, incapaces de distinguir entre quienes caminan sobre ellos, entre mujeres y hombres, niños o adultos, civiles o soldados, en paz o en guerra, siguen matando, hiriendo y diezmando, creando paraísos agrestes que camuflan la muerte bajo la piel de una Tierra que grita el dolor de cargar con la muerte de sus propios hijos.
El eco limpio de la vida.
Versus el eco que carga el grito ahogado de la muerte.
- El registro para esta obra e realizó mediante la estimulación sobre la superficie de la tierra utilizando un pulso constante y grabando el eco producido con este golpe controlado, primero, en suelo de Tierra del Fuego libre de minas antipersonales y luego, sobre el punto exacto donde se encontraba una mina M-14 en la misma zona. Las rosetas son una representación gráfica del audio y fragmentos de las ondas sonoras obtenidas en ambos casos.
- La fotografía que encabeza este proyecto, fue tomada con un iPhone 4S en modo panorámico, para mostrar el límite entre el campo minado, cubierto de vegetación viva y frondosa y el terreno libre, cuya vegetación es pastada por el ganado ovino, guanacos y otros animales. Se puede ver en ella un militar del equipo de desminado humanitario de la CNAD preparando su equipo para iniciar las labores de liberación del terreno.